domingo, 15 de abril de 2018

Movimiento somático: un acercamiento al tema

La raíz de la palabra "somático" proviene del griego "somatikos" que significa "del cuerpo". En el campo de la somática, estamos interesados en el cuerpo vivo, ​​en la totalidad de nuestra experiencia vital del cuerpo que siente, respira y mueve.  En contraste, una buena parte de la indagación occidental se basado en el estudio de muertos, el estudio de cadáveres o de síntomas aislados y no de la experiencia más incluyente y vivido del subjeto, del yo.

Una de las cosas que trato de transmitir a mis estudiantes es una percepción holística de si mismo y del entorno como el fundamento del trabajo que hacemos juntos. Este planteamiento nos lleva a un paisaje viviente y subjetivo, es un paisaje al cual ingresamos a través de los sentidos, incluidos los sentidos propioceptivos del movimiento, el sentido kinestésico, el equilibrio y la orientación. Esto es diferente de una orientación objetal que se construye por medio de imágenes impuestas y roles prefigurados basados en nuestra historia.  Esta orientación es desde adentro y se desarrolla en el presente, esta orientación está arraigada en una relación profunda con el fenómeno de estar o de ser en el aquí y ahora que nos permite conectarnos de una manera viva y dinámica con nosotros mismos y nuestro entorno.

Para entrar en el paisaje subjetivo de la percepción individual y personal, es necesario explorar fuera de la ribera de lo familiar, las identidades socialmente impuestos, el mundo de los estereotipos predigeridos, que si se nos lo admitiéramos, nos tienen fatalmente aburridos. Nos liberamos de esta carga al ingresar al presente, a través de la respiración, a través del movimiento habitado por la conciencia y a través del uso de la voz. La idea es disolver las tensiones y respuestas condicionadas lo suficiente para abrir una nueva percepción directa y poder abrirse y permitir que algo nuevo se desarrolle.

A medida que se desenvolven nuevos movimientos y experiencia, así también se manifiestan nuevas expresiones. Dejamos el mundo de expresión limitada para entrar en una matriz de experiencia y expresión más compleja y que es a la vez profundamente nutritiva. En la medida que somos capaces de pasar de una organización limitada de movimiento a una matriz de sensación de respiración mucho más abierta, nuestra experiencia de nosotros mismos experimenta cambios, a veces grandes, a favor de la coherencia, el bienestar, el placer de estar vivo que es nuestro derecho de nacimiento.

La activación de la conciencia propioceptiva de nuestro cuerpo en movimiento es una especie de meditación en movimiento.  En la medida que vamos desarrollando esta percepción podemos profundizarla y  tomar conciencia del movimiento en su manifestación más sutil como un fenómeno en el cual participamos en los niveles del micromovimiento o "la danza de la danza" como decía una de mis queridas maestras, Emily Conrad.

Esto es radicalmente diferente de los patrones entrenados de una bailarina de ballet, que si bien es estéticamente atractivo, puede llevarse a cabo al costo de un gran desgaste para el cuerpo, al ignorar el dolor y las capacidades y los impulsos de movimiento naturales del cuerpo. En nuestro trabajo, nos sintonizamos con el cuerpo individual, su cuerpo y sus capacidades de movimiento, necesidades, impulsos, que naturalmente revelan nuestro ser interior. Otra de mis maestras, Anna Halprin, habla de aprender a mover nuestro cuerpo particular (no hay otro cuerpo igual) de una forma natural en sintonía con las fuerzas naturales como la gravedad, el impulso, y la inertia. A medida que jugamos en este campo abierto, con curiosidad, entrega, surge una percepción directa de libertad y felicidad natural, y nuestro "rango de juego" se expande, nuestras capacidades de movimiento se expanden orgánicamente de forma natural, no impuesto, y a la vez crece nuestra conexión auténtica con  nosotros mismos y los que nos rodean en la danza y fuera de la danza.  Hay una transferencia de lo aprendido en el laboratorio del estudio que empieza a manifestarse en nuestra vida cotidiana.

El uso de la respiración es clave. Como dijo Anna Halprin, "la danza es el aliento hecho visible". La respiración es la única parte del sistema nervioso autónomo -responsable de las funciones y respuestas inconscientes que nos mantienen con vida- que podemos controlar conscientemente de una forma sencilla. Al deascelerar y alargar la exhalación, podemos activar una respuesta parasimpática. El sistema nervioso parasimpático se asocia con respuestas de relajación revitalizadoras y reparadoras en oposición a la rama simpática que está a cargo de la respuesta de lucha o huida diseñado para servirnos ante una amenaza física que sin embargo a menudo se queda "encendida" debido a factores que provocan estrés en la vida moderna, por lo tanto, no permite que el descanso y los ciclos restauradores del sistema nervioso parasimpático nos equilibren. Una vez que se activa la respuesta parasimpática, podemos acercarnos a capas más profundas de autoconciencia y descubrimiento.

El uso del sonido también es increíblemente útil para descargar la tensión condicionada y entrar en capas de conciencia más profundas, más expansivas y sutiles. El trabajo de Jill Purce y Emily Conrad ha sido una gran influencia en mi trabajo con respecto al uso del sonido. Usar conscientemente las vibraciones que emiten nuestra propia  voz junto con la respiración, nos permite estimular los tejidos corporales, los músculos y el sistema nervioso de manera que se sensibilizan rápidamente a nuevas dimensiones de percepción, rompiendo los patrones habituales de tensión que nos mantienen atados a percepciones muy limitadas del yo, del otro y del entorno.

La tensión que llevamos en el cuerpo sirve para bloquear la sensación. Para muchos de nosotros, los eventos traumáticos en la infancia, o los legados familiares y culturales, se mantienen como tensiones en el cuerpo que limitan nuestro desarrollo y nos alejan de la riqueza de la vida en etapas subsecuentes de la vida. Si bien hubo ciertamente estrategias de supervivencia válidas involucradas en el desarrollo de los patrones de tensión para "seguir intactos", a menudo encontramos que estos hábitos ya no nos sirven, y de hecho nos están impidiendo vivir una vida plena y satisfactoria. Mediante el uso del movimiento, la respiración y el sonido, podemos entrar en una relación viva, dinámica y afectuosa con todo lo que somos y, al comenzar a entrar en contacto con nosotros mismos, también entramos en contacto con un mundo más amplio de posibilidades, capaz de experimentar nuevas cualidades de conexión y entablar nuevas relaciones con las personas y el mundo que nos rodea.