sábado, 31 de agosto de 2019

La intermodalidad de las artes expresivas intermodales

El mes de agosto ha sido un mes para explorar la intermodalidad en la clase de Danza somática y expresiva que doy dos veces a la semana en San Luis de la Paz en la Casa de la Cultura.

La intermodalidad es una práctica si no única, más desarrollada en la disciplina de Terapia (y educación) de Artes Expresivas. Hemos visto en la clase como una moldalidad vitaliza y hace más real experiencias de otra modalidad a manera de una reiteración usando nuevos sentidos y herramientas.  

Ejemplos de los "scores" de la intermodalidad que les he dado a los participantes a explorar:

  • A partir de una danza desarrollada en los tres niveles de experiencia (físico, emocional e mental o imaginal), hemos dibujado nuestras danzas, o quizá más precisamente dicho, hemos continuado la danza en dibujos.
  • Hemos danzado el dibujo del otro.  Utilizando el dibujo como una partitura, en parejas, el artista del dibujo deteniendo su dibujo para que se vea, mientras su pareja, lo convierte en danza a través de 3 llaves, o tres elementos que le llaman la atención intuitivamente.
  • Hemos escrito nuestra danza como si contáramos los sucesos de un sueño transcurriendo en el presente en forma de cuento.
  • Hemos tomado fragmentos de los cuentos y los hemos convertido en vocalizaciones / cantos para un coro, el cual sirve de música acompañando a un dueto de bailarines.

Así que la danza se convierte en dibujo (1), el dibujo se convierte nuevamente en danza (2), la danza en cuento (3), el cuento en canto (4), el canto inspira una nueva danza (5).


Siempre me encanta ver el asombro que produce ver a alguien más entrar en tu dibujo, danzarlo, y comprenderlo tan íntimamente, como si fuera propio.  Es una puerta a un dialogo más humano, más íntimo, como los participantes pocas veces han sentido.  Volver a "jugar" trae una vitalidad que han comentado que les recuerda a la libertad que sintieron de niñas.  Dejarse se fluir y confiar en el cuerpo y la danza lo han visto derramarse en mayor vitalidad, fluidez y alegría en su vida cotidiana.







miércoles, 14 de agosto de 2019

Vibración: La activación de la voz :: Vibration: Activating the voice


El sonido te permite entrar en el cuerpo y vibrar los huesos y a donde muevas tu atención puedes mover el sonido y puedes sanar y activar la potencial de tu campo resonante. —Jill Purce

Cada objeto en el universe tiene su firma caraterística en sonido, una firma resonante, esta firmas se empalman de manera que existe una cadena de resonancia que conecta todo con todo lo demás en el universo. — Deepak Chopra

La voz es nuestro primer instrumento, y el cuerpo es una gran caja acústica de resonancia.  Cuando uno es niño aprende a canturrear, balbucear, a llorar y rugir para expresar lo que sentimos, para pasificarnos, entrenernos, pedir atención y para intercambiar con los demás en ritmos y tonos complejos que con el tiempo se convierten en palabras individuales vinculadas con significados e imágenes precisos. Cuando producimos sonido, nuestro cuerpo vibra, todo nuestro organismo reverbera—su tono reflejando diferente estados y evocando respuestas vibratorias tanto en quienes nos rodean como en la fibra de nuestro propio cuerpo, sistema nervioso y consciencia o mente.

Depak Chopra habla de la sanación en términos de coherencia, la capacidad del organismo a entrar en un estado de coherencia, lo cual tiene como resultado la mejoría o transformación de su función, una transformación hacía integridad y vitalidad. Esta coherencia is medible con instrumentos especiales a nivel vibratorio, a nivel sonoro. En este estado íntegro no existe una separación entre nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestras emociones, sino que todo entra en una coherencia vibratoria, en una experiencia de unidad que produce bienestar y mejoría y las condiciones óptimas para la sanación en todo su alcance.

Cuando activamos nuestra voz, nuestro campo resonante empieza a vibrar y destrabarse.  La experiencia es una de apertura y de libertad, de asombro, descubrimiento, de volver a conectarnos con nuestra fuente, nuestro origen auténtico.  De ya no reprimir o negar quienes somos, de dar expresión a quienes somos y ocupar nuestro lugar en el mundo.




Sound allows you to get inside the body to vibrate the bones and where ever you move your attention you can move the sound and you can heal and activate the potential of your resonant field. —Jill Purce

Every object in the universe has a sound signature, a resonance signature, these signatures overlap with one another so there's a chain of resonance that connects everything with everything else in the universe. — Deepak Chopra


The voice is our first instrument and the body is a great acoustic resonant chamber.  As children we explore and learn to croon, to babble, to cry and to roar as we learn to express ourselves, soothe ourselves, delight ourselves, call out for attention and to exchange with others in complex rhythms and tones that in time become individual words with specific meanings and specific images attached.  When we produce sound our body vibrates, our whole organismo reverberates, its tone reflecting different states of being and evoking responses in those around us and within our own body tissue, nervious system and consciousness.

Depak Chopra speaks about healing in terms of coherence, the capacity of the organism to enter a state of  coherence, which results in improvement or transformation of function, a transformation towards wholeness and vibrancy. This coherence is measurable with special instruments at the vibrational level, on a sonorous level.  In this state of wholeness there is no separation between our mind, body and emociones, but rather our whole field of awareness enters into vibrational coherence, en an experience of unity that produces well being and optimal conditions for healing to the fullest.

When we activate our voz, our resonant field begins to vibrate and free itself (from strictures of thought, emotion and physical tension).  The experience is one of opening and freedom, of awe and discovery, of reconnecting with our flow and authentic source—of no longer repressing or denying who we are, of giving expression to who we are and taking our place in the world.