miércoles, 29 de abril de 2020

La danza de las partes del cuerpo


Cada parte del cuerpo tiene una estructura y función, cada parte tiene una danza que contribuye a la totalidad del organismo, cada parte tiene su propia voz y canto que participa en el coro de nuestro cuerpo, soma, y ser.

En la danza de las partes del cuerpo, visitamos por partes el terreno del cuerpo y nuestra percepción interna de ellos.  Dejamos que las partes del cuerpo nos hablen con su propia danza, su propia voz.  Somos atentos como siempre al movimiento que quiere emerger y cuales son las sensaciones, las emociones y las imágenes que surgen desde su movimiento propio, su danza.  Usamos la respiración consciente como si fuera una linterna que nos ayuda a iluminar, ver en la oscuridad, sentir el movimiento y los tejidos del cuerpo desde adentro.

Se divide el cuerpo en partes por su función y coordinación anatómica:

Hombros, brazos y manos: funciones tales como alzar, tomar, levantar, cargar, abrazar, soltar, tirar, acariciar, etc.

Pelvis/Cadera: funciones tales como soporte estructural para el torso y las piernas, reproducción, eliminación, placer, fuerza estructural

Columna: funciones como soporte, flexibilidad, comunicación del sistema nervioso, protección, articulación del torso y cabeza

Cabeza y cuello: funciones como expresión y comunicación y pensamiento, centro de los 5 sentidos,  cerebro, centro de mando consciente, racionalidad e imaginación

Caja torácica: funciones como protección de órganos vitales como pulmones, corazón...

Piernas y pies: funciones como base, ambulación, moverse en el mundo...

La función de cada parte del cuerpo le brinda una o varias metáforas naturales, como una forma de entender su significado y como están trabajando sus temas en nuestra vida.

Al visitar las partes en movimiento, tenemos los recursos de tiempo, fuerza, espacio para explorar y profundizarnos en su terreno, para ayudar a revelar el tesoro que yace en sus territorios.  Sensibles siempre a lo que tiene resonancia especial para nosotros, desde adentro, desde lo vivido y percibido en el presente momento.



lunes, 27 de abril de 2020

Metáfora de Movimiento - Abrir y Cerrar

"Tal como el cuerpo físico nos da una estructura literal y concreta que expresa quienes somos, así cada parte y función del cuerpo también se puede entender como una metáfora para la expresión de nuestro ser." —Daria Halprin

Una metáfora establece una comparación entre dos cosas.  En este caso, entre un movimiento físico y una experiencia de vida.  Es abordaje metafórico del movimiento es parte de una enseñanza más amplia que se llama Mitología del Cuerpo.

La Mitología del Cuerpo toma como premisa básica el hecho que toda nuestra experiencia está grabada en nuestro cuerpo, inclusive las experiencias que tenemos antes de nacer.  Nuestro organismo registra todo y lo guarda con una inteligencia asociativa que hace que el arte (la danza en este caso) sea un idioma con el cual se puede entablar un dialogo íntimo con el cuerpo-ser.  Todo lo que experimentamos nos va formando como una persona con una historia, una mitología única, pero a la vez universal, muy humana.

"Central a este trabajo hay una filosofía central: podemos acceder a y activar  repertorio completo de nuestras experiencias de vidas a través del cuerpo en movimiento." —Daria Halprin

En la clase de hoy hemos explorado la metáfora abrir y cerrar a través de un enfoque en la caja torácica.  El abrir y cerrar de la caja torácica, algo que se siente cuando respiramos, nos abrimos al aire que entra, y cuando sacamos el aire, de forma natural la caja torácica se contrae, se va cerrando para apoyar el movimiento natural de la respiración.  El cerrar no es algo negativo, es una función fisiológica natural.  Igual que el abrir es natural, es parte de la función fisiológica natural.  Las válvulas del corazón abren y cierran, la boca abre y cierra, etc.

Tomando la metáfora del abrir y cerrar, se vuelve un recurso para explorar este tema de vida.  Podemos explorar como nos estamos abriendo y cerrando ante distintas situaciones, ante distintos temas de nuestra vida.  Podemos usar el movimiento como un vehículo de indagación para habitar un tema como este conscientemente.

"Cuando se hace consciente, y cuando se aborda como una expresión consciente, el movimiento se convierte en un vehículo para el conocimiento desde adentro y para el cambio." —Daria Halprin

Cuando indagamos y exploramos experiencias fisiológicas desde nuestra experiencia total e integradora, compuesta de varias facetas en los niveles físico, emocional e imaginal, nos permite rescatar e iluminar experiencias que hemos vivido, y que hayamos guardado de forma inconsciente... al traer nuestra "danza" inconsciente a la consciencia, y tenemos la posibilidad de tomar nuevas decisiones creativas de como nos gustaría experimentar la vida— como en la clase pasada vimos cómo nos estábamos moviendo/caminando en la vida y como nos gustaría moverme/caminar en la vida.

Con el tema de la caja torácica del abrir y cerrar, después de explorar y jugar con los movimiento de cierre y de apertura y la transición entre una y la otra, la invitación es de reflexionar sobre las preguntas que sientes más significativas en este momento:


  • ¿Qué está ocurriendo en mi cuerpo?
  • ¿Qué pide cambio?
  • ¿De qué manera está reflejando mi cuerpo/movimiento la historia de mi vida?
  • ¿Qué me está revelando de mi vida?
  • ¿A qué te quieres abrir?
  • ¿A qué te quieres cerrar o encontrar cierre?




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miércoles, 22 de abril de 2020

Puente Vida-Arte

Construir un puente significa crear un paso de un lado a otro, una forma de transitar entre dos puntos que quizá estaban incomunicados, donde el transito no era fácil. Al abrir un camino sobre una brecha que anteriormente separaba dos partes, ahora existe de posibilidad de transitar, de aquí para allá y de allá para acá. Existe la posibilidad de traer nuevas historias y percepciones de una tierra antes lejana, y también la posibilidad de llevar nuevas formas de ver las cosas de acá para allá. 

En el tema del arte y la vida, si entramos en el arte, entramos en una tierra de leyes distintas a nuestra mente racional y lineal, entramos en un mundo de asociaciones, de imágenes, de impresiones y percepciones coloridos, moldeables, expresivos.  Invitamos al juez a irse de paseo para nosotros poder explorar, jugar, descubrir.  Entablamos un proceso, sensible, aestético, donde nos despertamos a todos los sentidos para reconocer más desde adentro dónde y cómo estamos y qué deseamos expresar. Es importante entender en qué sentido hablamos aquí de lo aestético, en qué sentido usamos la palabra, volviendo a su raíz se refiere a los sentidos y la experiencia de ellos desde adentro, no desde una percepción, medida o juicio externo, sino nuestros sentidos propios, los exteroceptivos—nuestra vista, olfato, gusto, oído, tacto— y los interceptivos (kinestesia, equilibrio, temperatura, los sentidos propioceptivos...)

Por otro lado tenemos la vida, la experiencia, las emociones, y la imaginación-mente para nutrir nuestra expresión artística/aestética... a la vez que encauzamos nuestras experiencias y deseos desde estos tres niveles a través del arte, en este caso, la danza/movimiento. Como si pusiéramos pintura sobre un lienzo, externalizando lo que llevamos dentro implícitamente, haciéndolo explícito, expresado. Y en ese lienzo con la experiencia visible podemos jugar y experimentar en el lenguaje del movimiento. Podemos plasmar lo que sentimos o experimentamos, dejado que la danza y sus temas emerjan, y luego explorar si existe algo que cambiaríamos o algo que pide cambio, algo que nos daría mayor satisfacción y gusto desde nuestra sensibilidad aestética.

Tanto el contenido y procesos de la vida como los procesos y el lenguaje del arte se iluminan mutuamente, lo que descubrimos en el/la arte/danza lo podemos practicar en la vida y el arte nos ayuda a identificar lo que es significativo que desea expresión, reconocimiento, desarrollo y en su momento quizá cambio o evolución. Podemos construir puentes entre la vida y el arte y volvernos artistas de la vida.


lunes, 20 de abril de 2020

Espacio-Entorno

En la danza somática y expresiva contemplamos tres elementos básicos del movimiento tiempo, fuerza y espacio.  El tema de cada uno es amplio y multifacético.

Una de las facetas del espacio, es aquel espacio externo a nuestro kinesferio, el entorno.  El entorno es el espacio en el cual nos estamos moviendo.  Tomar en cuenta el entorno es un recurso más del espacio.  El entrar en contacto ello a través de los 5 sentidos, sobre todo, visual, auditivo, olfativo, y tacto, aunque si estamos danzando en un huerto, podríamos incluir el gusto.

Nuestra interacción con el entorno nos da nuevos fuentes de estímulo y recursos que pueden impactar, interactuar con y ser parte de nuestra danza.  También nos da un campo inmediato más amplio que el kinesferio en el cual establecer y sentir una relación con un lugar concreto, ya sean espacios al aire libre, en la naturaleza, o dentro estructuras construidas... y a través de ello abrir la danza a nuevas posibilidades.








lunes, 13 de abril de 2020

Nuevos recursos para la danza: Los 5 Ritmos de Gabrielle Roth


La danza posmoderna es una corriente coreográfica que incluye tanto improvisación como una serie de movimientos precisos que ejecutan un grupo de personas formando un baile generalmente colectivo. La danza posmoderna fue un movimiento norteamericano que tuvo su esplendor entre los años 60 y 70.
                      (Fuente: https://www.geniolandia.com/13125272/historia-de-la-danza-posmoderna)

Gabrielle Roth fue una gran innovadora en la rama post-moderna de la danza que en parte se lleva a cabo con fines terapéuticos, en parte para desarrollar otro tipo de consciencia comunitaria, en parte para rescatando elementos rituales para celebrar la vida y alcanzar otros niveles de consciencia expandida.

Es más conocida por su legado de la Danza de 5 Rítmos.

La Danza de 5 Ritmos consiste en bailar de forma improvisada, normalmente en un grupo, lo que se llama un Ola de los 5 ritmos que ella identifica como ritmos básicos de la vida.  Ella identifica diferentes etapas de la vida y del crecimiento del individuo con cada ritmo.

Desde la perspectiva de la danza somática y expresiva, los ritmos que ella identifica nos ofrecen un mapa muy rica de recursos a explorar.  Oportunidades para reconocernos y profundizarnos en los ritmos conocidos y de salir y expandir nuestro rango de juego con otros ritmos que pueden abrirnos nuevas puertas de experiencia y expresión.

El siguiente resumen de los ritmos es de la página https://danzando5ritmos.com/los-5-ritmos/ :

FLUÍDO, la fluidez y la gracia

Practicamos físicamente el arte de ser fluido en nuestros cuerpos. Fluir es el camino a nuestra verdad interior, el impulso para seguir el flujo de la energía de uno mismo, para sernos fiel, escuchar y atender a nuestras necesidades, y ser receptivos a nuestros mundos interior y exterior.

Es un ritmo que busca encontrar una continuidad en el movimiento, mediante el que somos conscientes del peso del propio cuerpo. Es un movimiento continuo, circular, pesado, en contacto con la tierra, el movimiento de una cosa transformándose en otra, la etapa de la infancia, la madre y el elemento TIERRA.

Y  si simplemente empezamos a seguir esto mediante el movimiento, intentando que sea continuo, este ejercicio auditivo tenderá a llevarnos a un lugar en el que escuchamos algo y empezamos a buscar la manera de expresarlo…


STACCATO, la definición y el refinamiento

Es la puerta de entrada al corazón. Nos muestra cómo pasamos por el mundo conectados a nuestros pies y nuestras sensaciones. Este ritmo es el gobernante de nuestro mundo lineal, el gobernante de nuestra parte guerrera, la parte de nosotros que se presenta como la verdad y la claridad. Es la parte de nosotros que defiende lo que nos importa, que nos gusta. Staccato es el feroz maestro de los limites.

Es el ritmo en el que expresamos lo escuchado con movimientos enfáticos, expresivos, surgen ángulos, líneas, aristas, formas, y es como si hubiéramos pasado de escuchar el movimiento de la energía interior a darle forma física.

Empezamos a decir “sí” a esto y “no” a lo otro, abriéndonos a algo o apartándolo. El ritmo del Padre, del FUEGO y del Corazón. La etapa de la niñez a la pubertad.

Estamos dando expresión a formas concretas, y al repetirlas y dejar que crezcan y se desarrollen, nuestro cuerpo empieza a repetir algo hasta que va convirtiéndose cada vez más en una vibración en sí misma y esto nos conduce al tercer ritmo…

CAOS, el anuncio de la creatividad que busca forma

Es la puerta de entrada a la gran mente. Practicamos físicamente el arte de liberar totalmente nuestro cuerpo – nos desprendemos de la cabeza, la columna vertebral, las caderas y los pies- y movernos más rápido de lo que podemos pensar. Nos lleva en el viaje del "no puedo" a "lo haré". La práctica simple del Caos nos trae inmediatamente a nuestros cuerpos, al momento. Este ritmo nos libera de todas las ideas sobre lo que somos y nos da una experiencia real de ser total, libre, intuitivo y creativo. Caos es la práctica de ir hacia lo desconocido, no temiendo lo que está en el otro lado.

Consiste en soltar, permitir, invitar, animar, dejar ir; simplemente con concentrarnos y dejar que lo que llamamos la mente ordinaria pase a ocupar un segundo plano en el movimiento. La relajación de la mente.

La integración de la  energía femenina y masculina, la energía de la madre y del padre, la energía relacionada con la tierra y el fuego donde los movimientos son a la vez fluidos, continuos, circulares y se expresan donde la melodía y el ritmo se juntan. El ritmo de la adolescencia y el elemento AGUA.

Y cuanto más nos permitimos vibrar libremente con el sonido, lo que empezamos a notar o lo que empieza a fascinarnos son las formas que está dibujando el cuerpo y es esa fascinación por las formas la que nos lleva al cuarto ritmo…

LÍRICO, la síntesis y la integración

La práctica del lírico nos enseña cómo salir de los patrones destructivos y rendirnos a las profundidades del fluido, repeticiones creativas de nuestro ser autosuficiente, que burbujea desde lo más profundo de nosotros mismos, a la integridad y dignidad que a menudo olvidamos que está dentro de nosotros .

Nos conecta con la humanidad, es más un estado de ser que un ritmo. Llegamos a ser luz en nuestros pies, como los pájaros que vuelan en el aire, pero no nos engañemos, en lírico estamos conectados a tierra y con plenos poderes.

Es el ritmo de la fascinación que  produce el propio movimiento a través de olas y formas y la disolución, en cierto sentido, de la forma sólida. Aquí el movimiento está trascendiendo del cuerpo físico. Es el ritmo de la madurez y el elemento AIRE.

Y al dejarnos llevar cada vez más por esa fascinación por las formas y olas y la energía en movimiento en el ritmo Lírico, acabamos adentrándonos en el quinto ritmo,…

QUIETUD, la compasión y la paz

La quietud se mueve, dentro y alrededor de nosotros. Moverse en quietud y estar todavía en movimiento fusiona la acumulación de experiencias de la vida de nuestro cuerpo en nuestra verdadera sabiduría.

Practicamos el arte de hacer finales humildes y conscientes interpretados por nuestro ser conectado más alto. Finales conscientes significan asumir la responsabilidad de todo el recorrido, destilando la sabiduría de nuestra experiencia para que podamos comenzar la próxima Ola o ciclo de limpieza sin llevar el pasado con nosotros.

Es el ritmo en el que existe la intención o el sentimiento o el impulso de querer manifestar la Unidad. El movimiento, quien baila, la respiración y el espacio externo “es uno” y por tanto, este es el ritmo que probablemente más se asemeja a una meditación de pie o en movimiento.

Es un enlace entre lo mundano y lo mágico, lo ordinario y lo sagrado. El ritmo de la compasión y el ÉTER. La etapa de la vejez.